Vidrio Templado
El vidrio templado se fabrica a partir de un vidrio normal o Float, el cual, se calienta gradualmente hasta una temperatura de reblandecimiento (600 grados), para después enfriarlo muy rápidamente con aire.
Este proceso consigue que el vidrio quede expuesto en su superficie a tensiones de compresión, y en el interior a tensiones de tracción, confiriéndole mayor resistencia estructural y al impacto que el vidrio monolítico normal.
Todas las manufacturas que sean necesarias realizarle a un vidrio templado, ya sean taladros, muescas, canteados, etc. deberán ser practicadas previamente al proceso de templado, no es posible hacer ningún tipo de manufactura posterior al templado, por lo cual, el proceso de templado, es el previo a su instalación.

Otra gran ventaja adicional que posee el vidrio templado, es que en caso de rotura se fragmenta en trozos muy pequeños, por lo cual, se le considera también vidrio de seguridad.

Entre las propiedades físico-químicas más importantes que adquiere el vidrio cuando es templado destacan:
- La resistencia a la flexión del vidrio recocido al templarlo aumenta considerablemente, lo que lo hace 4 o 5 veces más resistente que un vidrio normal.
- La resistencia al choque térmico (diferencia de temperatura entre una cara y otra de un paño que produce la rotura de éste) pasa de 60ºC a 240ºC.
El vidrio templado se puede laminar para obtener así un vidrio de altas prestaciones desde el punto de vista de la seguridad. Obteniendo una alta resistencia mecánica y una gran seguridad ante roturas.

Es por todo esto, por lo que cada vez más, es utilizado en el sector de la construcción. El abanico de utilidades que tiene el vidrio templado es muy amplio y está especialmente recomendado en aplicaciones con anclajes, como ocurre en el caso de las puertas de paso y la mayoría de las mamparas de baño.
Las construcciones más vanguardistas, hoteles, edificios de oficinas de multinacionales, instalan puertas de vidrio templado.
Al igual que ocurre con el vidrio laminado, el Código Técnico de Edificación también permite su uso en otro tipo de aplicaciones como las barandillas o las particiones de interior (mamparas de oficina), aunque en estos casos se recomienda el uso de vidrio laminado.
Además, recomendamos el uso del vidrio templado en aplicaciones en los que el vidrio pueda estar sometido a cambios bruscos de temperatura (estrés o choque térmico).
Por ejemplo en caso de tener un escaparate o ventana con sombra como consecuencia de salientes o prolongaciones del edificio, la zona sombreada estará más fría, con lo se pueden generar tensiones que originen rotura térmica ( por los diferentes coeficientes de dilatación). En estos casos se recomienda la realización de un análisis de tensión térmica para determinar la necesidad de templar el vidrio.
